La Vía Verde de Arditurri atraviesa 6 túneles a lo largo de su recorrido. Y es que, para trasladar el material extraído de la mina de Arditurri a la bahía de Pasaia, era imprescindible construir este tipo de túneles (debido a la orografía de Oiartzun) para que el tren de la época hiciera el trayecto más recto.
A principios del siglo XX, la conocida familia vasca Chavarri adquirió las minas buscando la mejor manera de optimizar su explotación. Para ello, desplegaron un ferrocarril destinado exclusivamente al transporte minero, que fue inaugurado en 1901. Las vías del tren bajaban hasta el puerto, donde disponían de un punto de carga del tipo “cantiléver”, que permitía la descarga directa desde las vagonetas mineras al sótano de los barcos. Las minas cerraron definitivamente a mediados de los años ochenta, aunque los trenes habían dejado de circular desde 1965.
De todos los trenes o locomotoras que se utilizaron durante años, se ha conservado la locomotora denominada Santa Bárbara. Esta locomotora fue fabricada en 1907 por la firma alemana Arnold Jung para la Compañía de las Minas de Hierro de Arditurri y actualmente se encuentra en el Museo del Ferrocarril de Asturias, en Gijón.
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